Rimas de calaveras

Fernando iba en su bicicleta
Y a la muerte se encontró
La subió en la parrilla
Y al mercado se la llevó.

Fueron a comprar carne y verduras
Porque su mamá los mandó
Para hacer un caldo de res
Que a Fernando se le antojó.

La muerte estaba hambrienta
Y la invitaron a comer
Dicen que comió tanto caldo
Que el estómago le empezó a doler.

Se la llevaron a emergencias
La muerte de dolor se retorcía
En la sala de emergencias
La muerte tristemente moría.

Gracias por el halago
Pero la dueña es la muerte
Y si alguien le quita la página
Pues se le acabará su suerte.

Mis respetos para mi flaka
Que por siempre nos amará
Siempre está con nosotros
A ti, a mí, a todos cuidará.

Aunque usted no la vea
Mi flaka siempre está presente
Que quien es la flaka
Pues quien más la muerte.

Hola mis queridos compañeros de oficina
Quiero saludarlos en este 2 de noviembre
Ojalá ya dejen de comer tantísima harina
Porque si no seguirá creciendo su vientre.

En estas fechas todos traen pan muerto
En las oficinas de nuestro lugar de trabajo
Seguiremos un poco gorditos eso es cierto
Pero disfrutaremos mientras vivimos abajo.

Como todos los años
La nostalgia me vuelve a embargar
Y al acordarme de mi Rayón
Más y más vuelvo a llorar.

El recuerdo de mis padres
Me sigue doliendo en el alma
Que al acordarme de Rayón
Mi corazón no encuentra calma.

Me siento hoy muy culpable
A veces muy arrepentido
De las decisiones tomadas
Y de Rayón haber salido.

Hasta ahora me doy cuenta
Del tesoro que era Rayón
Aunque no tuviera bicicleta
Ni siquiera un carretón.

Las comidas nutritivas
Que mi madre nos preparaba
Aunque fueran pobremente
Era lo que más me gustaba.

Pasear por todas las calles
Libre como lo es el viento
Eso me hacía muy feliz
Hasta caminaba a paso lento.

Ver el arcoíris en el cielo
Era como una fantasía
Siempre contaba los colores
Para ver cuantos tenía.

Visitar todas las comunidades
Que pertenecen a Rayón
Era mi parte favorita
Me llenaba de emoción.

Ahora solo tengo recuerdos
Pero algún día volveré
A Rayón de mis amores
Y para siempre me quedaré.

Autor: Isabel Vazquez (Corazón de Cristal)

Soy un vaquero de nacimiento
No le temo ni a la muerte
Si no hubiera dejado San Luis
Todo sería muy diferente.

Pero el hubiera no existe
Ya no queda ni llorar
Solo esperar un milagro
Mientras me voy a cabalgar.

No quiero quedarme en casa
La tristeza se apodera de mí
Y me dan ganas de regresar
A mi bello Rayón San Luis Potosí.

Autor: Isabel Vazquez

Jamás me he quitado mi disfraz,
Lo tengo desde que recuerdo
Siempre la misma cara
Casi siempre el mismo atuendo.

A veces quisiera poder fingir
Y otra cara al mundo mostrar
Pero lo mío es ser como soy
Eso nadie lo podrá cambiar.

Autor: Isabel Vazquez

Viajando Luita por Oaxaca
Un terremoto la asustó
Escuchó que venía la parca
Y hasta el huarache se le rompió!!
Quiso subir al árbol del tule
Pero corrió tan pronto que resbaló
Ahora se conforma con un bule

Corazones
Angustiados
Llorosos
Abatidos
Viven
En tinieblas
Rompen
Ataduras y se marchan

Lacrimosos
Inclinados
Tirados
Entristecidos
Rasgan
Andan sus
Rostros
Inundados
Afligidos
Suspendidos

Me perseguía la calaca
Para llevarme a otro mundo
Y agarrando yo una estaca
Le dije “Espera un segundo,
Que si llevarme quisieras
Te mando a un lugar inmundo
Ahí hasta tú murieras”.

Y se inició la lucha
Pues la muerte, que es muy ducha,
Por la boca me pescó
Como si fuera una trucha.

Más al oírme toser
Ella creyó que yo estaba
Enferma que contagiaba
Y cambió sus intenciones
Por finalmente ceder,
Porque es preferible correr
Que someterse a inyecciones.

Cada primero y dos de noviembre
Unos ricos tamales yo me comía
Para festejar a los difuntos
Mi madrecita no los hacía.

A veces hasta diciembre
Nos teníamos que esperar
Para unos ricos tamales
En el año nuevo cenar.

Ya no vivo en Mi Rayón
Ahora vivo en Tennessee
Pero me traje las costumbres
De mi San Luis Potosí.

No espero una ocasión especial
Para tamales poder preparar
Los preparo muy seguido
Para que mi familia pueda cenar
Porque desde pequeña aprendí
Que son un verdadero manjar.

Que pasen buenas noches
Los dejo para acompañar
A mi querida familia
Que ya es hora de cenar.