Mejores calaveras literarias

No hay que olvidar a la muerte

Ya se acerca la venida
de la famosa Catrina
por eso en estos valles
le arreglamos sus altares

La condenada pelona
se pelea a cada hora
con zombis, brujas y duendes,
pues estos muy indecentes
quieren robarle su día
entre tanta algarabía.

Por lo que hoy este día
debemos de recordarla,
festejar con los muertitos
en todos los altarcitos
y no olvidar bien la muerte
que todos aquí presentes
pasaremos por sus manos
bien a bien
buenos y malos.

Calavera a los compañeros de trabajo

Mi compañero de trabajo,
que a diario veo en la oficina,
no me quiere regalar
ni un taco de la esquina.

Jesús Ruelas no te mueras
sino quien me va a ayudar?
al hacer los inventarios
en ti me puedo apoyar.

No te mueras mi chuyito,
si la muerte quieres ver,
que te regale una foto
no me dejes sin comer.

Calavera para el jefe

Carlos es el jefe de mi oficina
Él quiere llegar a ser gerente
Pero el puesto es para catrina
Más rápido atiende a la gente.

Cuando llega al trabajo un cliente
Mi patrón lo atiende con atención
Pero la catrina es más eficiente
Si no compra, la lleva al panteón.

Calavera literaria para el profe de inglés

Dicen que a mi amigo Jorge
La muerte lo anda buscando
Porque le dijeron que Jorge
Clases de inglés está dando.

No se sabe si la muerte
A Jorge se quiere llevar
O si sólo quiere que le enseñe
Para inglés poder hablar.

La muerte es media mensa
Para el inglés poder pronunciar
Desde que yo la conozco
Ni las gracias sabe dar.

Pero cuando conozca a Jorge
Para el panteón no regresará
Pues con la ayuda de Jorge
Luego, luego aprenderá.

Jorge Martínez es un maestro
Que muy bien sabe enseñar
Es un maestro de Rayón
Pero a San Luis va a trabajar.

Ya me imagino al maestro Jorge
Con la muerte de su alumna
La llevará a la escuela con él
Y la enseñará como a ninguna.

Ay nanita mejor ya me voy
Hasta yo estoy asustada
Fue solo una calaverita
Para un buen camarada
Aunque de antemano sé
la muerte no aprende nada.

Calaverita para los amigos de la escuela

Un día salieron a caminar
Y se encontraron a la muerte
Que los invitó a jugar.

Jesús se subió en un columpio
Y la muerte feliz lo mecía
Méceme más recio por favor
Jesús a la muerte le decía.

Daniel estaba llorando
Porque su carrito se le perdió
Pero la muerte es tan buena
Que a Daniel otro carro le compró.

Leilani estaba leyendo
Un libro muy diferente
Cuando de repente vio
Que ahí estaba la muerte.

Ni siquiera se dio cuenta
Que la muerte había llegado
Y que junto con sus hermanos
La muerte había jugado.