La parca llegó sonriente,
cumpliendo con su trabajo.
Ya traía en lista un cliente
para llevárselo al carajo.Esta vez el afortunado
era un “estimado” gobernador,
en su gobierno fue un desalmado
que sólo sembro el terror.
Para el gobernador
Calavera enviada por Calaveras el 31 de octubre de 2010.