Estaba Arleth sentada sin poderse mover
porque la calaca que la correteaba
en sus brazos fue a caer
Ya no corras tanto pequeña
porque aunque no lo quieras creer
los tenis que yo tenía, pues los tuve que vender
por eso ando descalza y con la piedra tropecé
no te estaba persiguiendo, al camión sí y se me fue!
pero ya me iré caminando, pues hasta el dinero lo tiré
De ninguna manera amiguita, yo vivo aquí cerquitas
y mis tenis te daré!
Para Arleth
Calavera enviada por Calaveras el 9 de agosto de 2012.