Curiosa tu existencia,
pero impresionante en inocencia.
Asombrada la muerte estaba,
Pues la programación vida te otorgaba.Entre vida y muerte andas,
¡Oh!, mi pequeña criatura,
Entre gloria y llanto resbalas
Pues tu existencia se torna en desventura.-¿Qué eres tú? – Pregunta la muerte
-Soy tú, soy todos, pero nada con tu suerte.
La más suave caricia busco de ti,
Y el más tierno movimiento obtienes de mí.A niños asombras con tu andar,
A niñas regocijas con tu programarTómame, hazme tuyo para ser,
Dame si quiera un rocío de vida.
Y no me abandones nunca, hazme creer,
Que soy tuyo todavía.
Calavera escrita para un robot
Calavera enviada por Arturo Zenitram el 17 de octubre de 2016.
Te me vas al cielo