Para Claudia

La calaca vanidosa
de su angustia no salía
ya que su craneo blanco y liso
con el sol le relucía

Que hacer para evitarlo
entre sollozos se decía
ninguna idea asomaba
y en su mente maldecía

Un día Claudia paseando
su cabellera presumía
el viento resoplaba
y su melena se mecía

Una idea a la parca le llegó
cuando a Claudia tan oronda vió
a esa doña me la llevo
y con esas greñas me quedo yo

La huesuda insatisfecha
su cabeza se cubrió
pues aquel pelo asombroso
en estropajo se volvió.